critica de la argentina www.criticadigital.com Domingo 25 de octubre de 2009 Año 2 - Nº 598 Precio $5,50 Recargo por envío al interior $0,50 Uruguay $50 BUEN LECTOR PERO TRUCHO Detienen al ex funcionario menemista Jorge Pereyra de Olazábal. Cayó por intentar robar libros en una librería de Recoleta. MARGARITA STOLBIZER “Convertir la Coalición Cívica en un partido fue un error estratégico. No hablo con Lilita desde la elecciones”. Mandó a atacar al senador Gerardo Morales; maneja enormes subsidios del gobierno nacional; tiene un ejército personal y armas; comanda una organización llamada Tupac Amaru, como el último inca rebelde; es amiga del clientelismo, apretadora, se la vincula al narcotráfico. Ése fue el relato de los grandes medios la última semana. Pero en Jujuy los pobres la veneran. La verdadera historia de la dirigente social que alarma al establishment. Páginas 8-9 Páginas 24-25 Páginas 2 a 4 VOTA URUGUAY Hoy el Frente Amplio podría ganar en primera vuelta y retener el poder. El ex tupamaro Pepe Mujica sería el nuevo presidente. SE DETIENEN LOS RELOJES A las 16.15, River y Boca juegan el Superclásico en el Monumental. No hay favorito. Página 39 Páginas 17 a 19 Página 15 MILAGRO EN EL ALTO PERÚ Milagro Sala, dirigente de ATE. Atrás, un barrio construido por su organización. RECLAME SU EJEMPLAR La reconstrucción de Charly García Por Sergio Marchi Una reflexión sobre el histórico recital en Vélez. La reconstrucción de Charly García Por Sergio Marchi Una reflexión sobre el histórico recital en Vélez. SEMOS LAS COLECTIVERAS Dos mujeres cuentan cómo es manejar un bondi y no morir en el intento. Qué las diferencia de los varones. Cómo sortean los chistes machistas. El apoyo incondicional de sus congéneres. ETERNO RETORNO SIN MITO Carlos Corach asesora a Francisco de Narváez para llegar a la presidencia. ETERNO RETORNO SIN MITO Carlos Corach asesora a Francisco de Narváez para llegar a la presidencia. OTRA DEL INDEC El jefe de la Encuesta Permanente de Hogares dice que las cifras de pobreza oficiales no sirven para aplicar políticas económicas. Página 11 Página 31 Página 10 2 Scioli contra Macri Lo criticó por no restringir los horarios de los boliches. “¿Quién se hará cargo de lo que pase?”, dijo. critica de la argentina Domingo 25 de octubre de 2009 el pais L a Tupac Amaru es la organización barrial más importante de la Central de los Trabajadores de la Argentina. La concreción de este sueño colectivo es la demostración más palpable de que es posible discutir el destino de los recursos del Estado en forma autónoma, con el objetivo de que la gente de nuestro pueblo pueda vivir bien. No me caben dudas de que si los trabajadores pudiéramos participar más activamente en la distribución de la riqueza, habría enormes posibilidades de transformar la Argentina. Pero eso no es una concesión graciosa del poder, sino que se logra peleando cotidianamente contra los escollos que el sistema interpone entre la felicidad de la gente y los fondos que nos pertenecen a todos los ciudadanos. Los compañeros y compañeras de la Tupac saben bien lo que es luchar, nadie les regaló nada. Ellos saben el significado del esfuerzo porque se reconocen como los continuadores del legado histórico de los pueblos originarios que habitaron nuestra tierra y que fueron despojados de todo por los invasores. Su líder, Milagro Sala, es un ejemplo de compromiso y solidaridad. La conozco desde 1982, cuando ambos éramos trabajadores estatales y comenzamos a militar en ATE. Su polenta y su profunda identificación con el proyecto fueron y siguen siendo fundamentales para lograr los objetivos que nos propusimos cuando decidimos trasladar la militancia del sindicato a los barrios, en pleno proceso de destrucción del aparato productivo que generó millones de desocupados. Ella conduce la organización porque su destino personal está indisolublemente ligado a la Tupac. Y el mayor orgullo es haber construido semejante obra desde la autonomía de los gobiernos, los partidos políticos y los patrones. * Secretario general de la CTA-Jujuy “Es la organización más importante de la CTA” OpiniÓn Fernando Acosta * El “cantri” de los más pobres A cinco kilómetros de la capital jujeña se levanta el barrio Tupac Amaru. “Era un monte y lo transformamos en nuestro hogar”, dicen. Cuenta con escuela bilingüe propia. radiografía de La organización “B ienvenidos al cantri de la Tupac” dice el cartel que se erige a la en- trada del barrio Alto Comedero, a cinco kilómetros del centro de la capital jujeña. Allí viven 2.700 familias que integran la organiza- ción Tupac Amaru en viviendas de tres ambientes construidas por las cooperativas que ellos mismos in- tegran. “Esto era un monte y noso- tros lo transformamos en nuestro hogar, un lugar donde podemos ser felices”, dice Alejandro, uno de los trabajadores de la bloquera con la que construyen las paredes de las casas que habitan. Las construcciones se financian con fondos del Plan Federal de Viviendas que administra el mu- nicipio de San Salvador de Jujuy. “Es el intendente el responsable de recibir y distribuir los recursos del Estado nacional que nosotros utilizamos para hacer erigir los ba- rrios” explica Juan Manuel Esqui- vel, miembro de la organización y director del Centro Educativo Germán Abdala donde estudian 2.200 alumnos diariamente “en un bachillerato intercultural dic- tado en dos lenguas, castellano y la de nuestros pueblos origina- rios”, agrega. Cada casa que edifica la Tupac le cuesta al Estado 82.700 pesos y la tasa de ocupación que genera la actividad es de cuatro trabajado- res por unidad. “Antes que existiéramos noso- tros, las empresas constructoras como Benito Roggio o Balut le co- braban al Estado 110 mil mangos por casa y empleaban un promedio de 1,5 persona por vivienda, con el agravante de que tardaban para la entrega el doble de lo que tarda- mos nosotros”, añade Esquivel. La Tupac emplea unas 3.800 personas en sus emprendimien- tos. “La mayor cantidad de com- pañeros se dedican a la construc- ción y trabajan en los talleres tex- tiles y metalúrgicos, pero también tenemos más de 250 docentes y unos 40 profesionales de la salud participando de las diferentes cooperativas”, dice Gladys Díaz, encargada de controlar el funcio- namiento de las cooperativas. “Te- nemos absolutamente todos los papeles en regla, incluso hemos sido auditados por la Auditoría General de la Nación que corro- boró la inexistencia de irregulari- dades en nuestra administración”, apunta Díaz mientras exhibe los certificados otorgados por los or- ganismos de control estatales. l “Sólo tengo un Fue responsabilizada por el violento escrache al senador radical Gerardo Morales. La acusaron de tener armas, corrupción y contactos con la droga. Pero ella intenta defenderse mostrando el trabajo que lleva a cabo desde hace más de 20 años. MiLagro SaLa, La Líder deL MoviMiento “E sta pileta simboliza el derecho que tienen mis coyitas de ser felices y disfrutar la vida como cualquier otro jujeño”. Milagro Sala se emo- ciona mientras exhibe orgullosa su Parque Acuático, la imponente construcción erigida en torno a un enorme ojo de agua, con cascada natural, en el corazón mismo del barrio Alto Comedero, donde en pocas semanas podrán disfrutar centenares de chicos. “En Jujuy las únicas piletas que había eran pri- vadas, había que pagar para darse un chapuzón, pero desde que esta- mos nosotros, todos pueden gozar de ese privilegio”, dice la mujer que esta semana se transformó en el centro de los cuestionamientos de los partidos de la oposición, luego del escrache que sufriera el sena- dor radical Gerardo Morales, el pasado viernes 16 de octubre. –¿Usted o alguien de su agru- pación participó del escrache Mo- rales? –Lo aclaré muchas veces esta semana, pero lo voy a hacer una vez más. Yo no estaba en San Sal- vador ese día porque había ido a visitar una de nuestras coopera- tivas en Monterrico. Ni tampoco fueron militantes de la Tupac los que repudiaron al senador. Los que estaban allí eran miembros de organizaciones sociales inte- grantes de una red de la que tam- bién participamos nosotros, pero no eran nuestros. –¿Y por qué entonces se sigue afirmando que fueron ustedes los responsables de la agresión? –Porque necesitan demonizar- nos, construir un monstruo que no existe, para detener un proceso que está en marcha y que viene re- solviendo los problemas que esos mismos políticos que nos acusan no pudieron resolver. Ellos se lle- naron los bolsillos con la plata del Estado y favorecieron a los empre- sarios amigos con los recursos de todos y ahora no se bancan que nosotros demostremos que se pue- den hacer obras sin robar un solo peso y dándoles trabajo a miles de compañeros y compañeras. Sala es vehemente para expre- sar sus ideas. Gesticula ampulo- samente, habla fuerte. No sería la alumna preferida del conde Chikoff –maestro del ceremonial y los buenos modales– pero sabe lo que es ser discriminada por su condición social y étnica. Criada en un hogar de clase media de Ju- juy, Milagro se enteró de que era adoptada recién a los 15 años, no soportó que sus padres le hubie- ran negado el derecho a la identi- dad y se fue de la casa. “En la calle En la cima. Milagro Sala muestra orgullosa las casas cons Por las casas se pagan 45 pesos mensuales y se entregan las escrituras con el 75% de las cuotas. Costos. “Construimos por mucho menos dinero las casas que antes hacía Roggio”. Mauro Federico desde Jujuy M. F. 3 De Angeli Convocó a un “tractorazo” en la Capital Federal para el 6 de noviembre. Calumnias e injurias La Cámara de Diputados trataría el miércoles que viene el proyecto para eliminar ese delito, enviado por la presidenta Cristina Fernández. critica de la argentina Domingo 25 de octubre de 2009 Réplica. “Podemos rendir cuentas de la plata que nos da el Estado”. “N o tenemos ningún problema en reco- nocer que nosotros fuimos los que le tiramos huevos a Morales, pero es mentira que revoleamos sillas y que rompi- mos vidrios, ésos fueron los mi- litantes de la Franja Morada de Económicas que nos agredieron a nosotros”, dice Martín Cardo- zo, referente del Movimiento de Campesinos de Jujuy (MoCaJu), que participó del escrache con- tra el senador radical frente a la sede de la Facultad de Ciencias Económicas. Veintitrés organizaciones inte- gran una red de nucleamientos sociales que coordinan acciones en la provincia. Dos de ellas –el MoCaJu y Libertad– protagoni- zaron los incidentes del pasado viernes 16 de octubre luego del cual fueron detenidos dos mili- tantes: Gustavo Salvatierra –li- berado 24 horas después de los hechos– y Graciela López, quien se presentó espontáneamente el pasado jueves y aún continúa detenida. “Decidimos en asamblea escra- charlo, porque este tipo se llena la boca diciendo que defiende a los pequeños productores agro- pecuarios, pero en realidad él trabaja para los intereses de los grandes terratenientes sojeros, como su hermano (y diputado provincial) Fredy Morales”, agre- ga Omar Romano, otro dirigente campesino. “Nosotros le tenemos mucha bronca a gente como ésta porque quieren destruir a las organiza- ciones sociales, pero a nosotros nadie nos escucha nunca, siem- pre se quedan sólo con la versión que dan los poderosos”, añade Mabel Belmonte, de la Agrupa- ción de Trabajadores Sociales de San Pedro. “El problema es que con nues- tro accionar les cagamos el nego- cio a los políticos corruptos que antes arreglaban con los grupos empresarios y se quedaban con la plata del pueblo”, aporta Emi- lio Cayo, de la Organización de Desocupados Independientes de Jujuy. “Si hablamos de dinero que el Estado despilfarra, por qué no di- cen nada de los 144 mil pesos de pauta publicitaria provincial que recibe la FM NOA, propiedad de Morales y sus testaferros”, sostie- ne. Y finaliza: “A nosotros no nos molesta que nos controlen lo que hacemos con la plata que nos da el Estado porque tenemos todo en regla; no creo que Morales pueda decir lo mismo”. l “Tiramos huevos porque le tenemos mucha bronca” Campesinos jujeños reivinDiCan eL ataque a moraLes trabuco naranjero que me regalaron” tupaC amaru, Cuenta su verDaD conocí de todo, consumí drogas, robé, pero no debo haber nacido para el choreo porque me agarra- ron afanando una bicicleta y caí presa”, recuerda. Estuvo detenida nueve meses en el penal provin- cial de mujeres. Cuando recuperó su libertad, sintió que debía hacer algo para evitar que otros sufrie- ran lo que ella debió sufrir. “Por eso empecé a militar, primero en el sindicato estatal (ATE), donde conocí a tipos muy grandes como Germán Abdala y Víctor De Gen- naro, después en la CTA y de allí a los barrios”, cuenta. –Morales dijo que ustedes ma- nejan discrecionalmente los fon- dos que les da el Estado y que no rinden cuentas a nadie. ¿Cuál es su respuesta? –Nuestro financiamiento pro- viene de los fondos del plan fede- ral de emergencia habitacional. El gobierno nacional le gira los fondos al Instituto Provincial de Vivienda, de ahí la plata va a los municipios y son ellos los encar- gados de entregárselas a las 125 cooperativas de vivienda que hay en las provincias, varias de las cuales están integradas a nuestra organización. Fijate que el que nos firma nuestros cheques y de- be controlarnos es el intendente radical de San Salvador, Raúl Jor- ge, que responde a Morales. Y no dijo ni una palabra sobre nosotros porque sabe que tenemos todos los papeles en regla. –¿Cuánta plata manejan? –En total nosotros percibimos 7,9 millones de pesos por año. Con esos fondos hacemos las viviendas y con lo que nos sobra, brindamos servicios de todo tipo a los miem- bros de la organización: salud, educación, asistencia legal y, fun- damentalmente, trabajo. –¿Con lo que les sobra? –Claro, en los mismos barrios que construimos, nosotros consti- tuimos cooperativas metalúrgicas, bloqueras y textiles para poder sa- tisfacer la demanda que genera- mos haciendo las viviendas. En- tonces todo nos sale más barato, y con el remanente hemos podido edificar un centro de salud en el que funciona un tomógrafo de úl- tima generación (uno de los dos que hay en la provincia), además de consultorios odontológicos y of- talmológicos con aparatología de primer nivel. Y ahora estamos ha- Obras. La Tupac Amaru tiene un tomógrafo, piletas climatizadas y cooperativas textiles y metalúrgicas. ciendo un centro de rehabilitación para personas con capacidades di- ferentes único en todo el país. –También se la acusó de ma- nejar un ejército armado con un arsenal de más de 100 armas. –Ésa es otra tremenda mentira. Les muestro ( lo hace ) un certifica- do del RENAR donde consta que sólo tengo inscripto a mi nombre un trabuco naranjero que me regaló Germán Abdala y que lo guardo en un cuadrito. Además se dijo que controlo policías y los únicos que me acompañan son dos agentes que me pusieron de custodia cuando denuncié una de las tantas amenazas de muerte que me hacen los verdaderos pe- sados de esta provincia. l Fotos patriCio piDaL el país 4 “M iren lo que encon- tré” se entusiasma uno de los colabo- radores del área de prensa de la Túpac Amaru mientras revisa los archivos fotográficos de la organización. El hallazgo es elocuente. En una foto impresa a todo color de Milagro Sala y Gerardo Morales sonríen abra- zados. Una imagen difícil de imaginar luego de las acusacio- nes que el senador nacional y ti- tular de la Unión Cívica Radical (UCR) profirió contra la líder de la organización territorial, a quien acusó de “manipular pla- nes sociales, manejar un ejército armado y traficar drogas”. La explicación no esconde ningún secreto. En agosto de 2007 –dos meses antes de las elecciones en la cuales Cristina Fernández fue elegida presiden- ta de los argentinos–, la Túpac Amaru organizó la tradicional celebración del Día del Niño en uno de sus locales céntricos. Morales –por entonces candida- to a vicepresidente que acom- pañó a Roberto Lavagna en la fórmula apoyada por la Unión Cívica Radical– no se perdió la oportunidad de hacer campaña y asistió al acto. “¿Qué va a decir Morales ahora cuando se mues- tre esta foto en los medios? ¿Có- mo va a justificar su abrazo con la terrorista y narcotraficante Milagro Sala?”, se preguntaron militantes de la organización. “Nosotros jamás especulamos con la presencia de ningún po- lítico en nuestras acciones, reci- bimos a todos los que vinieran de frente y sin mala leche, por eso le abrimos las puertas a Mo- Cristina. “Eso no significa que nosotros seamos kirchneristas”, cruzó Sala. “Nosotros somos in- dependientes, pero si un gobier- no nos reconoce y nos otorga fondos para poder construir esto que ustedes vieron, por qué les vamos a impedir que participen de la inauguración de alguna obra”, agregó la dirigente. RADICALES ESCRACHADORES. La cuestionada metodología del escrache de la que fue víctima Morales no es patrimonio de las organizaciones sociales jujeñas. Militantes del partido que con- duce el senador nacional tam- bién protagonizaron acciones de similar tenor en la provincia. Incluso contra dirigentes de su propio color partidario. En agosto de 2006, integrantes de la Juventud Radical (JR) escra- charon al por entonces diputado provincial –y hoy intendente de la localidad de San Pedro– Es- teban Fado Zamar en un local comercial de su propiedad. Con pasacalles, banderas, bombos y redoblantes, los manifestantes mostraron su disconformismo por la decisión del diputado de alejarse del Frente Jujeño, que por entonces lideraba el radica- lismo. “La banca es de la UCR y él debe devolverla”, dijo en de- claraciones a los medios locales Santiago Huber, presidente de la JR, y agregó que “este escrache lo realizaremos a lo largo de la semana para recordarle al pue- blo sampedreño que aquí hay un traidor y un coimero”. Desde la Túpac, aseguraron que “Morales ahora repudia las mismas prácticas violentas que él mismo apañó perpetradas por integrantes de su partido”. l critica de la argentina Domingo 25 de octubre de 2009 L a culpa la tiene Víctor De Gennaro. Corría el año 2003 y yo trabajaba en la redacción del periódico de la CTA que él dirigía. Una mañana entró eufórico a la oficina y me dijo: “Tenés que viajar a Jujuy a hacer una nota sobre la Túpac”. Por ese entonces, apenas había escuchado algo sobre esta organización que empezaba a construir viviendas en un descampado desparejo a las afueras de la capital jujeña, liderada por una mujer. “Cuando la conozcas a Milagro, vas a descubrir la esencia de la Central”, me dijo. Y allá fui, confiando en las palabras del Tano –el tipo más optimista y entusiasta que conocí en mi vida–, a buscar la nota de tapa para la edición de septiembre. Milagro Sala me recibió en el local de la Asociación de Trabajadores del Estado. “Soy bien colla y a mucha honra”, me dijo la flaca respondiendo a mi interrogante: “¿A qué etnia pertenecen tus ancestros?”, (qué pregunta pelotuda). Para un porteño de clase media con pretensiones de librepensador progresista era difícil digerir aquello. Por desgracia, no es un problema pura y exclusivamente mío. Desde la lógica con la que se cimenta el pensamiento de los medios de comunicación mal llamados nacionales (sólo porque se editan o transmiten desde Buenos Aires), es casi imposible entender que una mujer, morocha hasta los huesos, de origen humilde y con antecedentes penales, pueda conducir una organización de las características de la Túpac. Y lo que es aún más grave: no pueden –o no quieren– comprender el verdadero sentido de una construcción política autónoma que le ofrece a la gente la posibilidad de edificar un mundo donde vivir felices. Por eso, cuando esta semana los editores de Crítica de la Argentina me propusieron viajar a Jujuy para contar la historia que todavía nadie contó sobre la Túpac Amaru y entrevistar a su líder, luego de agradecerles la confianza y la oportunidad que me daban, les advertí que no esperaran de estas líneas una mirada desprovista de subjetividad. Soy un trabajador de prensa afiliado a la CTA desde el año 2000 y siento un profundo respeto y cariño por la mayor parte de sus dirigentes y militantes. Desde ese lugar escribo, sin la pretensión de erigirme en el dueño de ninguna verdad, pero reclamando el derecho de darles voz a los que no la tuvieron ante la sarta de acusaciones infundadas que se formularon luego del escrache al senador Gerardo Morales en el que jamás participaron ni Milagro ni ningún militante de la Túpac. Conozco muy bien a Milagro y el laburo de esta organización, ejemplo en todo el país. Sé positivamente que no son ni mafiosos, ni narcos, ni otras tantas barbaridades que los medios publicaron sobre ellos en los últimos días. Cronistas de otros matutinos porteños estuvieron esta semana en Jujuy y recorrieron los mismos lugares que yo volví a recorrer luego de seis años de aquel primer contacto con la Túpac Amaru. Cada mirada propone una versión de la realidad, con la que los lectores podrán estar más o menos de acuerdo. Pero hay algo que es imposible de negar: brindarle atención médica de primer nivel, educación, vivienda y felicidad a los jujeños con los recursos que las organizaciones sociales lograron arrancarle a un Estado acostumbrado a alimentar las arcas de los grupos concentrados de la economía no puede ser objeto de críticas tan descarnadas. A menos que estén instigadas por aquellos sectores a los que no les gusta ver al pueblo organizándose para decidir su destino, de manera autónoma y sin la necesidad de ser arriado por un choripán y un tetra a ninguna manifestación. Esa mujer... morocha y humilde OpiniÓn Mauro Federico* Hace dos años. En la campaña de 2007 Morales asistió a un acto de la Tupac Amaru por el día del niño. rales como lo hicimos con otros dirigentes, y no por eso somos menos independientes”, señaló Milagro Sala. Los políticos más fotografia- dos por las cámaras “tupaque- ras” están identificados con el Frente para la Victoria. El ranking lo lidera la ministra de Desarrollo Social de la Nación, Alicia Kirchner, seguida por su hermano Néstor y la presidenta “No somos kirchneristas. Pero si nos dan plata para obras, los dejamos venir a las inauguraciones”. Milagro Sala también guarda fotos con Cristina Fernández, Néstor K y su hermana Alicia. Morales la visitó en la campaña presidencial El titular de la UCR participó de actividades de la organización Túpac Amaru cuando era compañero de fórmula de Roberto Lavagna y se fotografió con la dirigente contra la que ahora lanza graves denuncias. como candidato a vicepresidente M.F. el país 5 critica de la argentina Domingo 25 de octubre de 2009 “Renuncié porque quiero a este proceso” El dirigente del Movimiento Evita sigue defendiendo al Gobierno y habla de su relación con Hugo Moyano. “Pablo está pagando la culpa del padre”, afirma sobre la detención de su hijo por trasladar plantas de marihuana en una camioneta oficial. emilio pérsico, tras abandonar el ministerio de desarrollo social ¿C ómo ve las experiencias de comisiones internas enfrentadas a la CGT como las de Kraft o los trabajadores del subte? –Yo soy peronista, apoyo el sindicato único por rama, a la CGT. Creo que los conflictos hay que resolverlos a favor de los trabajadores y que eso genera más organización. Otros sectores creen que los conflictos enquistados logran una situación que beneficia al conjunto de la clase. Cuando hay un conflicto, es porque hay una injusticia y el Ministerio de Trabajo tiene que defender a los trabajadores. Podemos cometer errores, no llegar a tiempo, pero el Ministerio lo resolvió. –Sí, pero antes el gobierno nacional decidió reprimir a los despedidos. –Eso nunca se justifica. Jamás es la manera de resolverlo, además. Lo resolvió la mesa de diálogo en Trabajo. –¿Hay una nueva alianza con Hugo Moyano? –Hace años que tengo un acuerdo central y estratégico con Moyano, que va más allá de la política. La relación es excelente y tenemos compañeros del Evita en la conducción de la CGT. Queremos más poder a los trabajadores y Moyano representa a los trabajadores sindicalizados. –¿Que son una minoría, no? –Sí, cuando subió Kirchner los trabajadores en blanco eran el 25% y hoy estamos entre el 30 y el 40%; los sindicalizados eran el 6 por ciento y hoy son el 12. Cuando subió Perón, los sindicalizados y en blanco pasaron de ser el cinco por ciento a ser el 70 por ciento en apenas un año. Eso es una revolución. Es lo que nosotros queremos. ¡Te imaginás la batalla del campo si el 70 por ciento de los trabajadores estuvieran en blanco y sindicalizados! –Pero durante el conflicto con el campo, los trabajadores parecieron ausentes. –Ése fue el error principal que cometimos en ese conflicto. No pudimos nuclear al campo popular. Con la ley de medios sí lo logramos. No puede ser que la política se divida en el maniqueísmo de oficialistas y opositores. Yo a veces estoy de acuerdo y a veces en desacuerdo. “Hugo Moyano y yo tenemos un acuerdo central y estratégico” E milio Pérsico sólo duda cuando le preguntan las edades de sus nueve hi- jos. Son cuatro mujeres y cinco hombres, de entre 33 y 11 años. Esta semana el tercero de los nueve, Pablo Pérsico, se hizo fa- moso por trasladar seis plantas de marihuana en una camione- ta del Ministerio de Desarrollo Social. “Pablo es el primero de mi segundo matrimonio. Nació en 1981 cuando vivíamos en un asentamiento de Grand Bourg. Me acuerdo que ese día yo tenía una reunión importante en Tigre y no estuve”, dice. –¿Por qué renunció a su car- go? –Porque lo que yo más quiero es este proceso y no quiero que una cuestión privada termine perjudicando a un proceso po- lítico que es de todos. Yo le di difusión al hecho. Muchos com- pañeros se quejan y dicen: “Se quedan todos y nosotros por un tema menor nos vamos”. Pablo está pagando la culpa del padre y lo sabe. Ser hijo de un militan- te popular tiene cosas buenas y cosas malas, como tener un pa- dre bastante ausente. Él sabe la cagada que se mandó, que tiene que cuidarse el doble, y sabe que si hubiera sido un pibe común ya hubiera estado afuera. Se lo dicen los demás presos: “Vos sos un pelotudo”. –¿Usted ve un trasfondo políti- co, como sugieren algunos? –En la política, las aves de ra- piña se hacen una fiesta y todo el mundo después aprovecha. Elisa Carrió y Gerardo Morales denuncian que hay un clima de violencia fogoneado por el Go- bierno. Porque les molesta que los trabajadores se organicen y quieren aislarlos. Eso les parece peligrosísimo. No les importa ningún pobre, ni el país ni nada. Pero la tendencia es regional. Evo Morales es un presidente experto en piquetes, viene de lo que en Argentina sería una orga- nización piquetera. –La oposición afirma que el de los Kirchner es un gobierno ma- nejado por los piqueteros. –Noooo, ¡ojalá! Lo dirá algún distraído como Carrió. Es un gobierno popular en el que los trabajadores tienen muy poca participación. Con Lula, que acá lo defienden tanto, los movi- mientos populares tienen mucha más participación. Para Luis D’Elía, hay una ofen- siva contra organizaciones socia- les. Siempre hay una ofensiva. Siempre van a querer denigrar la actitud del militante. En de- finitiva, Milagro Sala o nosotros queremos un país diferente. Ella logró construir poder desde una situación de mucha humildad y de mucho compromiso, más allá de que coincidamos o no. A mí me llamaron terrorista, violento, piquetero. Los nombres que les ponen los medios a las organi- zaciones populares siempre son análisis simplistas e interesa- dos de la realidad. Pero el Mo- vimiento Evita no es piquetero. Hace unos meses, en un plenario nacional pregunté quién había estado en un piquete y el único era yo. –¿Qué cambió de Quebracho al Movimiento Evita? –Entendimos que venía un modelo diferente y que había que participar de ese proceso porque podíamos incidir. Antes sólo era resistir. Pero muchas organiza- ciones creen que todavía estamos en la etapa de resistencia y se nie- gan a generar emprendimientos productivos porque dicen que no se puede avanzar. Nosotros cree- mos que sí. –¿Cómo se relaciona usted con esos grupos ahora, desde el po- der? –Trato de no hablar desde ese lugar y de no tener mala relación con las organizaciones que consi- dero populares. Respeto mucho al militante, al que se levanta todos los días a cambiar el país, más allá de que esté de acuerdo con mis ideas o no. Yo también puedo estar equivocado. Entre un funcionario y un militante, me quedo toda la vida con el militante. Me siento raro en una reunión de gabinete, no con esos compañeros. l “Morales y Carrió hablan de violencia, porque les molesta que nos organicemos”. “Milagro Sala y yo, más allá de nuestras diferencias, queremos lo mismo: un país diferente”. Con Cristina. Pérsico dice que los trabajadores deberían tener más participación en la administración kirchnerista. Diego genouD diego levy 6 critica de la argentina Domingo 25 de octubre de 2009 el país { Política desde el llano } L a situación política, económica y social es difícil. En la Argentina, cuando la situación general se tensa, tarda muy poco en convertirse en crisis. Lo peligroso es que la experiencia indica que ante la crisis la política mu- chas veces pierde la cordura. Entonces los que gobiernan se encierran en sus propias lógicas y en los temas que los obsesionan, aparecen imputaciones tan cruzadas como imprecisas, se introducen en el debate falsas opciones que consu- men contrincantes de un modo impia- doso y la ciudadanía observa impávida un espectáculo en el que se exhiben con- ductas y se escuchan palabras que nada tienen que ver con la solución de los pro- blemas que padece. Cuando la crisis acecha y la dirigencia enloquece, la “reforma política” parece ser el remedio adecuado. Desde 1983 hasta hoy, nos ha sido dada en diferen- tes dosis sin haber logrado eliminar el virus que nos enferma. Hasta se suprimió el colegio electoral y se convirtió el país en un distrito único a la hora de elegir al presidente, en un intento por potenciar el peso de las provincias más fuertes. Se admitió el acortamiento del mandato presidencial y su reelección. Cada pro- vincia aportó al Senado nacional un ter- cer representante por la minoría. Hubo normas vinculadas con el financiamiento y hasta una ley de internas abiertas y si- multáneas que los mismos que la promo- vieron se encargaron de no aplicar jamás. Ahora, proyectan otras nuevas modifi- caciones y los más osados encuentran en la tecnología y el voto electrónico la panacea de la democracia. Hagamos lo que hagamos, votando con papeles o digitando pantallas de cristal líquido, nuestro problema como país en materia institucional tiene que ver prin- cipalmente con la lógica dirigencial que impera. Hay una política que escapa al debate, que instala discursos únicos y que propone convencer no a partir de las vir- tudes propias sino de los defectos ajenos. Todos se proclaman garantes del futuro y mientras lo hacen dilapidan el presente. Alberto Fernández mismo momento en que se corroboraba el acierto de las múltiples advertencias que se habían formulado, Macri siguió tozudamente defendiendo su decisión y ponderando las cualidades profesionales del policía renunciado. Desde ese día, la Policía Metropolita- na pareció ingresar en el cono del olvido. Pero ahora parece volver a instalarse en el centro de la escena cuando se descu- bre la existencia de Ciro James, un aspi- rante a ingresar en esa institución y que, trabajando en la cartera de Educación del gobierno de la Ciudad, espiaba los llamados telefónicos de Sergio Burstein, presidente de la agrupación Familiares de Víctimas de la AMIA. Palacios ha admitido haber sido él quien propuso el ingreso de James a la Policía Metropolitana. ¿A quién podía interesarle conocer los movimientos y las opiniones de Burstein? Precisamente a Palacios. ¿Por qué? Porque los familia- res de las víctimas del atentado contra la AMIA son sus más severos persegui- dores ante la misma justicia que ahora procesa a Palacios. Conociendo sus an- tecedentes, era de esperar que Palacios haga algo así. ¿No lo sabía Macri? “La culpa no la tiene el chancho, sino quien le da de comer”, diría mi abuela. La culpa de que esto haya ocurrido es exclusivamente de Macri. Fue Macri quien no quiso atender las muchas ad- vertencias que públicamente se hicieron y quien altivo lo sostuvo cuando pidie- ron su renuncia. Y lo que es peor, es el mismo Macri quien descarga en otros su enorme responsabilidad ahora que la su- ciedad del caso lo salpica sin remedio. Es evidente que para Macri los temas vinculados con las formas propias del respeto a los derechos ciudadanos no ocupan el lugar central de sus preocu- paciones primeras. Piadosamente, uno tiende a pensar que todo esto se montó sin que él ni sus ministros lo supieran. Seguramente en la intimidad deben es- tar lamentándose por lo ocurrido. Pero en cualquier caso, deberá cargar con la responsabilidad política de haber faci- litado que todo esto suceda a partir de una designación tan errada como la de Palacios. Es esa obstinación, ese encierro, ese no oír las voces críticas lo que hace que la política argentina se desvalorice en la consideración social. Es la prepotencia de tratar la cosa pública como si fuera propia; como si el gobernante elegido asumiera la condición de único accio- nista en el ámbito estatal en el que no rigen las reglas propias de las sociedades comerciales. Antes que reformar la política con normas, hay que cambiarla con conduc- tas. Tal vez haya llegado la hora de que otra generación, advertida de todos estos vicios, se ocupe de desterrarlos adminis- trando lo público de otra manera. Aunque dijo que vino a renovar la política, Macri ha actuado como el peor de los viejos políticos. Su terquedad lo ha llevado a facilitar que en su gobierno alguien espíe ilegalmente a ciudadanos. Con todo, hay algo que debe hacerlo fe- liz: su espía se llama Ciro James. Tiene nombre de espía del primer mundo. Co- mo a él le gusta. l Cuando la realidad se ten- sa, si algo ha signado a la po- lítica de nuestra democracia, es la dificultad de escuchar la demanda ciudadana que exhibe quien gobierna. Pa- rece que se olvidara que el elegido para gobernar es só- lo un mandante de la gente que reclama cotidianamente acciones de gobierno. No es la primera vez que en estas líneas se aborda el problema. Desde aquí, mu- chas veces se ha observado la terquedad y la obstinación con que en los últimos tiempos el gobierno central impuso sus políticas. Pero justo es decir que esa in- capacidad no es patrimonio exclusivo de quien gobierna el país. Para entender lo dicho, vale la pena re- parar un instante en lo que está pasan- do en estos días en la ciudad de Buenos Aires. Mientras la crisis general avanza, ha quedado al descubierto un personaje que, trabajando formalmente en el Mi- nisterio de Educación porteña, hacía las veces de agente de inteligencia para la nueva Policía Metropolitana, aquella que condujo hasta no hace mucho un comisario retirado de la Policía Federal llamado Jorge Alberto Palacios, alias “El Fino”. La creación de esa Policía Metropoli- tana fue una de las promesas electorales de la campaña de Mauricio Macri. Con su habitual discurso conservador de la “tolerancia cero”, buscó crear en el imagi- nario público la idea de que con él emer- gería una nueva fuerza superadora de la Policía Federal absolutamente capaz de combatir el crimen. Aunque nadie tiene en claro cuál es su alcance, esa peculiar fuerza policial fue creada y puesta en marcha sabiéndose que coexistiría con otra que actúa como auxiliar de una justicia penal nacional con competencia en la ciudad. Ningún porteño hasta hoy ha visto ac- tuar en casos concretos a los agentes de esa fuerza. Han podido saber de su exis- tencia cuando Mauricio Macri puso al frente de la misma al “Fino” Palacios, un comisario reti- rado seriamente cuestionado por su actuación en la inves- tigación del criminal atenta- do a la AMIA y por su vínculo con reducidores de autos ro- bados, entre otras cosas. Aunque miles de voces se alzaron contra esa designación y a pesar de que en los corrillos de los tribunales circulaba con insistencia el rumor que indicaba que la pesquisa judicial avan- zaba inexorable sobre Palacios, Mauricio Macri lo impuso y sostuvo en el cargo. Y no fue pasivo ante las críticas. Tan activo estuvo que hasta se animó a refutarlas sin respaldo alguno cuando ellas llovían con indignación sobre el policía de su confianza. La historia da cuenta de que el “Fino” Palacios duró en ese cargo poco más de un mes. Debió renunciar acorralado por una justicia que por entonces deci- día procesarlo por sus incumplimien- tos funcionales en la investigación del atentado contra la mutual judía. En el My name is James... Ciro James “ ¿A quién podía interesarle conocer los movimientos y las opiniones de Burstein? Precisamente a Palacios. ¿Por qué? Porque los familiares de la víctimas del atentado contra la AMIA son sus más severos perseguidores ante la misma justicia que ahora procesa a Palacios. Conociendo sus antecedentes, era de esperar que Palacios haga algo así. ¿No lo sabía Macri?”. el país critica de la argentina Domingo 25 de octubre de 2009 7 Una fina declaración contradice a Macri La afirmación del ex jefe de la Policía porteña desvirtúa la teoría del espía plantado por la Federal. Admitió que lo conocía desde 2004. El actual comandante de la fuerza, Osvaldo Chamorro, también tuvo contactos con el detenido. Habló el ex comisario palacios: “a ciro james lo recomendé yo” “Z ine: te quedan 48 ho- ras de vida”. El desti- natario de la ridícula amenaza (pero amenaza al fin) era Zinedine Raschem, recep- cionista del restaurante El Mira- sol. Allí, el hombre que la había proferido almorzaba casi a dia- rio. Ocurrió hace poco más de 11 años y el autor de aquella in- quietante advertencia fue el juez Norberto Oyarbide, un milagro de supervivencia. Zinedine Ras- chem denunció ante la Cámara del Crimen que todo se debía a la circulación de un video que afec- taba gravemente la vida íntima del juez. La filmación había sido realizada clandestinamente en “Spartacus”, un prostíbulo-sau- na con clientela exclusivamente masculina y regenteado por un taxi boy amigo de “Zine” y del magistrado: Luciano Garbellano. Garbellano también es milagro- so: hoy es productor de espectá- culos y empresario gastronómico, socio de la vedette Moria Casan. La filmoteca de Spartacus tenía como protagonistas a políticos, artistas, industriales, futbolistas, financistas. El universo extorsio- nable en pleno. La denuncia del recepcionista puso al descubierto los lazos del juez con un submundo poco com- patible con su investidura, pero terminó en el fuero federal, un cementerio de expedientes, sal- vo para políticos derrotados. La inacción judicial no impidió que la prensa ventilara la amistad de Oyarbide con Carlos Perciavalle, propietario de los locales Par- tenaire y La Saison, y con Raúl Martins, dueño, entre otros, de The One. Martins estaba sindi- cado, además, como agente de la SIDE; Su Señoría había apadri- nado cristianamente a uno de los hijos de Perciavalle. Amistades poco recomendables para quien debía investigar los enjuagues de las terminales portuarias, el en- riquecimiento de Armando Gos- tanian o las cuentas bancarias del entonces presidente Carlos Menem en el exterior. ¿Por qué los proxenetas y empresarios de la noche se le pegaban como moscas a Oyarbide? Aseguran que lo que deslumbraba a individuos como Martins, Perciavalle o Garbellano era su buen rapport con la Poli- cía Federal, sobre todo con el ex comisario Roberto Rosa, un ex represor y jefe de la División Se- guridad Personal, dedicada a mo- nitorear esos lugares de “esparci- miento”. El largo romance entre la Federal y el hombre atildado, nacido en 1951 en Entre Ríos, devoto de la Virgen María, de la natación, del footing y ascendido a juez federal en 1994, con la opo- sición del radicalismo, tenía un celestino: el ex juez correccional Roberto Calandra, que lo hizo su secretario y luego, como abogado, se dedicaría a defender a Martins, Perciavalle y otros de su especie. No por ca