Edición#2 2020/MAYO2020 Revista Feminista | Nicaragua PUBLICACIÓN#2 Matria Libre 4 Una lucha con violadores en nuestro camino Lucero Territorias 6 El futuro es incierto Cris y Violeta Disidencias mente y placer 8 Conoiciendo nuestro cuerpo, gestionando nuestro placer Ari y La Cris. Hilo Morado 13 Contracorriete del exilio ante covid19 Amarilla y Esther Artículo de opinión 14 Nicaragua una bomba de tiempo Peyote Arte y Datos 16 A las madres de Abril Equiscero Las Malcriadas » Edición 2 » Mayo 2020 Portada @Clausuink Bisagra Marcha en Estelí el 19 de Mayo del 2018. Foto por Camaleoni Revista Feminista | Nicaragua Edición : Susan Dirección: La Gi Coordinación: LM Diseño: Peyote Las Malcriadas » Edición 2 » Mayo 2020 Las Malcriadas » Edición 2 » Mayo 2020 A dos años de la crisis de abril 2018, las y los nicaragüenses estamos sufriendo los embates de la pandemia del COVID-19, lo que viene a agravar las ya frágiles condiciones económicas, producto del cierre de negocios y empresas que vieron afectada su capacidad de soste- nibilidad a causa de la crisis sociopolítica que se vive en el país desde entonces. Según el Informe de Coyuntura (mayo, 2019) “Nicara- gua en Crisis Política y Socioeconómica” de la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (FUNIDES), entre 66 mil y 98 mil personas nicaragüenses quedaron desempleadas a lo largo del 2019, agregando a esto las cifras del 2018, cerrando el año 2019 con más de 244 mil personas desempleadas. Actualmente ante la amenaza de la pan- demia y los estragos que podría causar en un Estado ausente, muchas empresas tomaron la decisión de suspender labores, otras han cerra- do definitivamente. Entre ellas se encuentran las zonas francas que ofrecen más 120 mil empleos directos y 280 mil indirectos. El cierre de las empresas del sector maquila significa un mayor incremento en la tasa de desempleo, donde más del 50% de los empleos son ocupados por mujeres, sin incluir los cierres de las otras empresas privadas, los negocios que venían emprendiendo mujeres y los empleos informales, en los cuales la partici- pación femenina sigue siendo alta. Lo antes mencionado nos indica proyec- ciones alarmantes a futuro, pues traerá como consecuencia más miseria en los hogares nicaragüenses y afectará particularmente a las mujeres, entre ellas madres solteras que en muchos de los casos, también son el sostén económico de su familia. Otras mujeres tendrán que depender de sus cónyuges, los frecuentes proveedores del hogar, elevando la violencia económica, y aumentando los casos de violencia intrafamiliar. Esto afecta su auto- nomía económica y las obliga a seguir convi- viendo irremediablemente con su agresor. La independencia económica las hace más fuertes al momento de tomar la decisión de denun- ciarlos. El desempleo hará que la desigualdad entre hombres y mujeres sea aún mayor. A partir de la pandemia estamos aprendien- do muchas lecciones, nuestras sociedades tienen el reto de aplicar de aquí en adelante, políticas y medidas inclusivas para las mujeres, con especial enfoque en gestión de crisis, siem- pre teniendo en cuenta que sus condiciones de vulnerabilidad tienden a profundizarse en etapas críticas. La participación de las mujeres es de vital importancia en el proceso de elaboración y diseño de estas políticas, porque debemos desechar la visión de la mujer como una cuota y fomentar sus capacidades ante cualquier situación. Por Susan EDITORIAL ¡MATRIA LIBRE! MATRIA LIBRE UNA LUCHA CON VIOLADORES EN NUESTRO CAMINO {por: Lucero} Las Malcriadas » Edición 2 » Mayo 2020 4 {Manta de denuncia de acosadores y violadores para una campaña del blog de la denuncia. fotografía por lucero} internacional que llegó a Nicaragua como una plataforma donde muchas mujeres han conta- do sus historias de abusos y violencias. Desde esta iniciativa también se instalaron mantas en algunas universidades donde las mujeres pueden poner nombres de agreso- res de forma anónima y se han podido leer nombres de reconocidos “líderes” y “protago- nistas” del estallido de abril. Es importante destacar que aún, con la violencia con la que lidiamos, las luchas han tenido una evolución y un reconocimiento hacia las mujeres, a las que antes de abril ya estábamos en las calles o de forma anónima y discreta recuperando nuestros derechos, y a las que después de abril, hemos estado en todas las trincheras posibles. Poco a poco han ido reconociendo el trabajo que hemos hecho las mujeres sin descanso. No estamos solo para llenar espacios y ser rostros, somos capaces de transformar y provocar cambios con derechos que nos beneficien a todas y todos, porque eso es el feminismo. Ningún espacio que esté hablando de revolución puede imitar el formato de la dictadura, donde las mujeres ocupan cargos públicos, pero no tienen el poder de tomar decisiones. Estar al frente también nos ha costado, las mujeres hemos arriesgado la vida. Existen mujeres torturadas, sobrevivientes de viola- ción, secuestradas y encarceladas injustamen- te a raíz de abril 2018. Otras han tenido que huir del país y también, hay asesinadas en el contexto de las protestas. Otras han huido del país y también hay asesinadas en el contexto de las protestas. Hemos contribuido con dis- tintos tipos de ayuda humanitaria, capacitado, acuerpado, monitoreado, movilizado, hemos sido voces fuertes en diálogos y debates. Es- tamos lejos de ser solo un rostro, y es por eso que necesitamos hacer reflexiones profundas y saber de qué estamos hablando verdadera- mente cuando decimos justicia, libertad y democracia. M ujeres de todos los sectores del país he- mos estado involucradas en el estallido de abril 2018. Y es que ha sido y sigue siendo necesario insistir en que la revolución de la que hablamos sea un tornado que se lleve, si es posible, todos los tipos de discriminación hacia las mujeres en nuestra sociedad, incluyendo las instancias que se encuentran luchando contra la misma dictadura. Distintos grupos de mujeres organizadas, feministas, defensoras, activistas independien- tes y todo el movimiento feminista en sí, ha venido alertando desde antes del 2006 (año en el que se penalizó el aborto terapéutico en Nicaragua), los riesgos de que Ortega estuviera en el poder, ¿cómo podría gobernar este país un hombre acusado de abuso sexual a quien no le importa la vida de las mujeres, ni de nadie, quien en lugar de garantizar derechos, los viola, los modifica a su favor o los quita? Pero Ortega no es el único violador en nuestro camino, también hay agresores en nuestras casas, en los trabajos y en los espacios de lucha donde las mujeres chocamos codo a codo con ellos y pasamos por distintos tipos de abusos, sin importar cuáles son los colores que los representan. El sexismo, racismo, exclusión, adultismo, misoginia, machismo, clasismo, o las acciones de callarnos, ignorarnos, insultar- nos, boicotear nuestro trabajo, minimizarlo y hasta usarnos, solo por mencionar algunos de estos abusos, que en ciertas ocasiones logra el desplazamiento o abandono de las mujeres de los espacios donde está aportando. Tomar la decisión de hacer una denuncia pú- blica por abuso o violencia y salirse de un espa- cio de lucha no es fácil, pues desde el feminismo sabemos lo importante que es resistir y trabajar en colectividad dentro de lo diversas que somos, y más aún, resistir si decidimos formar parte de un espacio que no es feminista. Sin embargo, ahora hay más medios, herra- mientas y sobre todo hermanas que nos creen y acuerpan las denuncias de violencia, como el reconocido Blog de la Denuncia, una iniciativa Las Malcriadas » Edición 2 » Mayo 2020 5 {por: La Cris y Violeta} {ilustración de maría alejandra pineda} Las Malcriadas » Edición 2 » Mayo 2020 6 EL FUTURO ES INCIERTO Mujeres vendedoras ante la pandemia El tema de quedarnos en nuestras casas tomando todas las medidas de higiene para con nosotras y nuestra familia en tiempos de esta pandemia mundial que conocemos como coronavirus, es algo que representa un privilegio para un gran segmento de mujeres nicaragüenses. Según datos de la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (FUNIDES), el 44, 3% de las mujeres nicaragüenses son trabajadoras por cuenta propia. Comentó doña Ramona, de 64 años, originaria del Coyolar, Diriomo, quien viaja constantemente al Mercado Oriental a ofrecer los productos de su huerta. A pesar de su edad es la jefa de hogar, ella no cuenta con seguridad social ni ningún apoyo económico más que el de su trabajo. Un reflejo de la realidad que muchas mujeres nicaragüenses viven, donde la salud y vida digna de las mujeres está en juego. Ante la falta de información necesaria para salvar muchas vidas, las vendedoras del mercado vi- sualizan el cierre de sus tramos, en caso de que ellas decidieran no ir al mercado para proteger sus vidas del COVID- 19. “Aquí ha pasado gente de la municipalidad. Ellos andan tramo por tramo buscando como concienti- zar a la gente, que todo está normal. Hasta dijeron que si cerramos, ellos no respondían, porque en otro sector del mercado habían cerrado los tramos y les llegaron a decir que no se asustaran si un día hallaban a otras personas. Entonces, uno tiene que venir aunque no quisiera”, expresó Lourdes, de 43 años, Chontales, vendedora de queso en el Mercado Oriental, Managua. Claramente, las autoridades no muestran interés por la vida de la ciudadanía, en especial por la vida de las mujeres, quienes ante esta pandemia, a pesar de las presiones econó- micas, luchan por su sobrevivencia y la de su entorno, como ha sido el caso de Nora, origi- naria de Masaya, vendedora de carbón, quien nos contó: “Aquí vino la municipalidad diciendo que no usáramos mascarillas, que no anduviéra- Yo quisiera quedarme en mi casa, guardada, cuidando a mis hijas y nietas Las Malcriadas » Edición 2 » Mayo 2020 7 mos con guantes, pero no les hice caso. Yo uso mi mascarilla y mis guantes, cuando ellos vienen me los quito, yo tengo mis medidas” Afectaciones emocionales Aunque las autoridades no han oficializado un plan concreto de cara al COVID-19, la po- blación en las calles y lugares de comercio ha disminuido, por ende, las ganancias también, aumentando las crisis emocionales. “Estoy tensionada, mi mente no deja de pensar en lo del dinero. Es estresante lo que nos puede pasar”, dice Nora, una comerciante del Mercado Oriental. “Emocionalmente, estuve varias noches que no podía dormir, pero después llegó la pastora y me dijo: hermana, no le ponga mente a esto, oré, ya me fui, porque esto del coronavirus es un impacto que a uno le da raro, ya lo voy superando” , expre- sa Lourdes. El COVID19 representa una nueva forma de vida en la sociedad; sin embargo, las desigual- dades sociales para las personas que bajan desde sus comunidades a vender productos en los mercados locales, están marcadas por la indiferencia del Estado, muchas son las necesidades que se manifiestan desde sus localidades, pocas han sido las respuestas ante ellas. A pesar de esta situación la búsqueda de soluciones por medio de la solidaridad ha crea- do lazos que ayudan a la protección colectiva ante la ausencia del Estado. 1 FUNIDES (2020) “Situación de las mujeres en el mercado laboral en 2019”. Recuperado: https://funides.com/wp-content/ uploads/2020/01/Informe-empleo.pdf ⁄ 2 Entrevistas realizadas a mujeres comerciantes del Mercado Oriental. “ “ mente y placer CONOCIENDO NUESTRO CUERPO GESTIONANDO NUESTRO PLACER {Por: Ari y La Cris} Las Malcriadas » Edición 2 » Mayo 2020 {ilustración por el gato negro lunar} 8 E En medio de la pandemia mundial que atravesamos, consideramos importan- te tener presente y no dejar de lado la sexualidad, ya que es vital en la vida de las mujeres, por lo que decidimos conversar con varias mujeres sobre sus experiencias con el autoerotismo y su sexualidad en general. Conocer nuestro cuerpo, aceptarlo y amarlo son luchas que vivimos en silencio, no estamos acostumbradas a expresar cómo nos sentimos y lo que queremos, no somos prioridad para nosotras mismas. La masturbación que es la exploración de nuestra vulva y clítoris es un ejercicio de placer útil para reconocernos a nosotras mismas. Compartimos la experiencia de una de las entrevistadas como una mujer que disfruta de la masturbación femenina: “La sexualidad para mí es todo lo que tiene que ver con mi líbido, placer e identidad. La vivo asumiéndome tal cual me siento, como una mujer lesbiana, y ac- cediendo a experiencias sexuales sin estigmas ni culpas”, Bren, 29 años, León. Llegar a la comprensión de que nuestro cuerpo nos pertenece es un camino lleno de piedras por todas las cosas que venimos escuchando desde pequeñas, en las que nos enseñan que “de esas cosas no se hablan”, al referirse a nuestra sexualidad. La pareja sexual más segura es una misma No importa si se está en tiempos de pandemia mundial o no, la pareja sexual más segura es una misma. Por eso, es importante que entendamos la masturbación como una forma de conectar con una misma, explorarse, conocerse y sentirse. Para Bren, la masturbación femenina es ne- cesaria, importante y vital. También, considera que: “Debemos conocer nuestros propios cuerpos para saber de qué manera y a qué ritmo nos gusta disfrutar. Eso hará que en encuentros sexuales con otras personas sepamos lo que queremos. Debe- mos conocer por nuestro propio medio el orgasmo, antes que esperarlo en base a expectativas”. Otra de las mujeres entrevistadas nos compartió: “Al principio sentía vergüenza por los prejuicios que tenía sobre la masturbación y que estaban ahí presente cuando estaba realizando esta exploración. Fue incómodo, porque me tocaba con temor esa parte de mi cuerpo que era mía, lo tocaba con pena y miedo esa primera vez, porque tenía esa idea que la única persona que podía ́to- car ahí ́ sería mi pareja, así me habían enseñado” , Frida Regina, 31 años, Managua. La práctica amorosa afectiva de masturbar- nos es de liberación a nivel físico, emocional y mental, pues se nos ha enseñado que nuestros cuerpos son para el goce y disfrute de la pareja (idealmente hombre). Ideas que debemos ir dejando de lado para apropiarnos de nuestra sexualidad y de esta forma, mejorar las cone- xiones que debemos tener con nosotras mis- mas, lo que es difícil de lograr por los prejuicios y silencios que hay acerca de la masturbación femenina. Tal como nos comenta Abril, una chavala de 22 años, de Ciudad Sandino: “Al inicio no fue tan fácil o liberador; sin embargo, con los años se fue involucrando un poco con el femi- nismo, y es ahí donde conecta con la naturaleza y bienestar de masturbarse”. Los orgasmos liberan, la libertad empodera. Explorar nuestro cuerpo como un acto de amor propio es también, un acto de resistencia ante este sistema patriarcal que espera que nuestro cuerpo sea exclusivo para la procreación y re- creación de los hombres, pero las vivencias que contamos nos muestran cómo las mujeres nos anteponemos ante mandatos y reinventamos formas de darnos amor y placer. Las Malcriadas » Edición 2 » Mayo 2020 9 Las Malcriadas » Edición 2 » Mayo 2020 12 �ilustración internet} Tips a tener en cuenta para darnos plac er ANIMARTE A LA EXPLORACIÓN : Perder el miedo de descubrir tu cuerpo, tus sensaciones y emociones ¡Son tuyas, te pertenecen! HIGIENE: Lavarse las manos antes y después. La vulva y la vagina son húmedas y hay que cuidarlas, así como cuidamos nuestra boca u ojos. AMBIENTE: Quizás contás con espacio propio y privacidad o quizás no, lo importante es que encontrés el momento y el espacio para estar tranquila, relajada y sin interrupciones. MÉTODOS: Lo cierto es que hay muchísimas formas de masturbarse, el punto es que experimentes las que te den ganas, con la frotación de nuestro clítoris con nuestra mano, y las diversas formas de explorar nuestro cuerpo con caricias hechas por nosotras mismas para nosotras mismas. hi o morado {Por: Amarilla y Esther} CONTRACORRIENTE DEL EXILIO ANTE COVID-19 Para muchas mujeres que salie- ron de Nicaragua a raíz de la crisis sociopolítica en abril de 2018, empezar desde cero en otro país ha sido sólo el primero de muchos retos, pues ahora les toca afrontar la propagación del COVID-19, la actual pandemia global, en condiciones vulnerables debido a sus situaciones migratorias. 13 �fotografía de elina krima} Las Malcriadas » Edición 2 » Mayo 2020 Las Malcriadas » Edición 2 » Mayo 2020 14 Aunque en el centro de asilo donde se encuentra Carmen en Europa aún no se ha reportado ningún caso, uno de los edificios del centro ha sido destinado exclusivamente para personas que puedan necesitar estar en cuarentena. El organismo que regula la administración de ese lugar, ha brindado información acerca de la pandemia y cuidados higiénicos, pero son las y los mismos asilados quienes se encargan de comprar mascarillas, guantes y productos de limpieza para prevenir la enfermedad; aumentando los gastos en el presupuesto de apoyo mensual que reciben del gobierno, dado su estatus. A pesar de la vulnerabilidad que supone compartir espacios comunes (baños, cocinas y lavanderías), comunitariamente están tomando medidas de prevención para evitar un contagio masivo. “La vulnerabilidad es latente, comprende- mos que el país está en una emergencia sanitaria y que las personas en el exilio somos el último elemento en prioridades del país, por eso debemos cuidarnos entre todas y todos”, continúa Carmen. Lo anterior se ve expuesto en el mismo centro, cuyo puesto de salud ha sido cerrado temporalmente por el colapso de los servicios de salud, que se encuentran en función de atender la emergencia sanitaria. En Costa Rica se establecieron medidas especiales con la llegada de la pandemia. “Las personas en condición de refugio podríamos tener acceso al sistema de salud sin ningún costo si diéramos positivo con el virus o si presentamos síntomas” , nos dice Julia, exiliada desde el 2018 en ese país. Sin embargo, no todas las migrantes conocen esta información. “De las pocas veces que me he enfermado desde que vine, he usado medicamentos que traje de Nicaragua, entonces, no tengo ni la menor idea de dónde ir o a quién acudir si me contagio” , expresa Dayana. La circular ACE 157/ 08/ 2018 de la Caja Cos- tarricense de Seguro Social (CCSS), contempla que una persona en condición de refugio (so- licitante de refugio o refugiada) en Costa Rica, D esde Europa, Carmen, quien comenzó un proceso de asilo luego de salir de Nicara- gua por persecución política, cuenta que una de las cosas más difíciles ha sido tener que postergar su proceso legal debido a la emer- gencia sanitaria. “A partir de que se declararon normas de aislamiento social, todos los procesos referentes a asilo político han sido detenidos” , expresa Carmen. Mientras tanto en Centroamérica, la comunidad de personas exiliadas en Cos- ta Rica y solicitantes de refugio, viven los problemas ocasionados por el COVID-19 de forma distinta, ya que ese es el país donde más nicaragüenses se han exiliado a partir de la crisis sociopolítica en abril de 2018. Según la Agencia para los Refugiados de la Organi- zación de las Naciones Unidas (ACNUR), en los últimos dos años, 70,000 personas han solicitado refugio en ese país. “Yo no estoy en cuarentena, porque donde trabajo no pueden mandarnos a trabajar desde casa, pero sí nos han pedido que todas y todos acatemos los cambios y medidas de seguridad”, dice Dayana, una joven solicitante de refugio en Costa Rica. Por otro lado, Julia, otra joven solicitante de refugio también en Costa Rica, recuerda cómo la dinámica cambió en el país: “Noté los cambios una vez detectada la primera persona infectada. El país entró en una declaración de emergencia nacional, con medidas de todo tipo, para todos los sectores”. El acceso a la salud en el exilio La salud es un tema complejo para las mujeres en el exilio, porque no todos los países tienen la capacidad de brindar este derecho a las personas en busca de refugio. En la actualidad, debido a que se está viviendo una crisis sanitaria a nivel mundial y por la alta demanda de servicios de salud en general, la vulnerabilidad en cuanto al acceso a la salud, crece aún más para quienes se encuentran en estas condiciones. Las Malcriadas » Edición 2 » Mayo 2020 15 puede acceder a servicios de salud sin ningún costo, en casos de emergencia, con enfermedades de tratamiento obligatorio o enfermedades de vectores. También, si se trata de una persona en condición de embarazo, menor de edad o persona adulta mayor. El acceso a la salud se vincula a la estigmatización que deben afrontar, ya que la población sigue relacionando los contagios con las personas migrantes. Tal y como explica Julia: “Las oportunidades y las desigualdades sociales se ensanchan en mi contra y en contra de quienes tenemos la etiqueta de ‘personas refugiadas nicas’. Sólo ese hecho marca un precedente de estigma que duele todos los días y que se materializa también en el contexto actual”. A dos años de abril 2018 Reflexiones desde el exilio: “No podemos volcarnos en la crisis sanitaria actual sin apuntar al gobierno [de Nicaragua]. Hoy más que nunca necesitamos restablecer el orden del país [...] Cualquier crisis en Nicaragua, ya sea desastre natural, crisis económica o crisis de salud, va a golpear mucho más que en un país cuyas autoridades sí estén en función del bienestar de sus ciudadanos. En Nicaragua tenés que cuidarte del COVID-19 y también, protegerte de las represalias del gobierno”. Carmen, exiliada en un país de Europa. Luego de más de un año de intentar sobrevivir en un país ajeno, ahora tengo que soportar la idea de que Nicaragua tiene que aguantar una pandemia con un sistema de salud que es un chiste, un gobierno que no existe, inseguridad, pobreza y más violencia. Mientras yo estoy acá entre cuatro paredes, temiendo lo peor para mi familia. Hasta cierto punto, es curioso, porque se siente como que han pasado más de dos años, pero me duele todo como si hubiese pasado hace unos meses”. Dayana, exiliada en Costa Rica. “Pensar en abril es revivir las masacres de 2018, y no es romanticismo de mi parte, es aterrizar a que la situación es crítica, que es otro año y estamos en un abril donde en Nicaragua si no te mata la dictadura con balas, te puede matar un virus que no está siendo contrarrestado a como se debe, porque el sistema de salud nicaragüense es pésimo y porque a la dictadura no le interesa mejorarlo, y lo utilizará a su favor para matar a la gente de otra forma. Pareciera ser que abril es muerte, y a lo lejos la esperanza, eso es para mí, y me duele pensarlo”. Julia, exiliada en Costa Rica. Las Malcriadas » Edición 2 » Mayo 2020 16 OPINIÓN {por: Peyote} {fotografía por peyote } NICARAGUA UNA BOMBA DE TIEMPO Las Malcriadas » Edición 2 » Mayo 2020 17 “ “ N icaragua es una bomba de tiempo, desde el 18 de abril del 2018 se comenzó a consumir la mecha de esta bomba, nuestra casa fue nuestra prisión y nuestro exilio, nos sacudimos tanto que nunca volvi- mos a ver la vida igual. En un país donde los derechos humanos son violados diariamente, donde todos los días hay detenciones ilegales, secuestros y asesinatos de parte del Estado a cualquier opositor a la dictadura, ahora se le suma una pandemia. Así es Nicaragua, una prisión en mal estado para sus habitantes. Ahora, nuestra única ventana cabe en la palma de la mano, en una pantalla colorida. El covid-19, como buen villa- no vino a rematar lo que ya estaba estropeado. Señores y señoras, este es un virus clasista que nos quiere condenar al encierro, pero ¿En qué cabeza cabe que un país donde aproxima- damente el 72 por ciento de la población tiene trabajos informales, la gente se va a quedar en casa? La señora que pasa vendiendo atol por mi calle, a las nueve de la noche, no puede. Ella vive del día a día buscando el gallopinto y el pan como la mayoría en este país. En Nicaragua ¿De cuál #QuedateEnCasa están hablando?, la amable empresa privada se queda en casa, pero los trabajadores siguen en las calles, en los restaurantes cocinando la comida que vos y yo nos comemos cuando pedimos alimentos a domicilio. La empresa privada bien acomodada ya tiene su nuevo nicho, ponernos a consumir desde la casa, dando consejos por videos promocionales, cuando tampoco se comprometen a enviar a su personal a sus casas con goce de salario. Otros buitres a la espera de nuestros cuerpos, eso son. Y con esto no estoy mandando a nadie a las calles, si ustedes pueden y tienen con qué, quédense en casa, pero estoy clara que ese mensaje no nos atraviesa la realidad a todas. En este país la mayoría de cabezas de familia son mujeres, madres solteras que se la buscan, que salen a las calles con miedo, porque nadie vuelve por ellas, porque tienen familias que alimentar. El Estado invierte millones en represión, pero no en buscar soluciones para estas miles de personas que tienden de un hilo y que tie- nen miedo de ser la próxima que va a terminar muerta en el pasillo de un hospital público. ¿Y qué podemos hacer desde esa ventana, ese teléfono o computadora? , ¿quedarnos encerradas?, esa no es la realidad, no lo es. Tenemos que salir y me refiero a salir a ver más allá, ver al vecino, a la que vende frutas, a una amiga, al familiar. Vernos, reconocernos y buscar maneras comunitarias de ayudar- nos. Hacer aislamiento sí, claro sí podés, si no podés cuídate, cuida a las y los otros, dales una mascarilla, hagamos un plan, pero no nos quedemos a esperar a la muerte. Recordemos que siempre nos hemos cuida- do entre amigas, no nos cuida el Estado, ni el Capital, ni la policía. Salgamos de la pantalla a la realidad y organicémonos para ayudar y ayudarnos, quizá la que necesita tu ayuda está más allá de tu grupito de whatsapp, quizá no tiene celular y mucho menos recarga, porque es de las que no gozan estos privilegios. Nicaragua es una bomba de tiempo, siempre a punto de estallar y si va a estallar que nos encuentre juntas y organizadas . Las Malcriadas » Edición 1 » Abril 2020 18 Arte y datos, otra forma de contar nuestras realidades. A las Madres de abril El 30 de mayo del 2018, se llevó a cabo “La ma- dre de todas las marchas”, en apoyo a las madres, cuyos hijos fueron asesinados en el contexto de las protestas antigubernamentales que iniciaron ese mismo año. Esta concentración, considerada como una de las marchas de protesta más grande que se haya hecho en Nicaragua, fue atacada por la Po- licía Nacional y grupos paramilitares por órdenes directas del régimen Ortega-Murillo, resultando 19 personas asesinadas en Managua, Masaya, Chi- nandega y Estelí. A la fecha, estos crímenes siguen en la impunidad. {Por: EquisCero } arte y datos Las Malcriadas » Edición 1 » Abril 2020 19 {collage por equiscero } LAS MADRES NO SE RINDEN, ¡EXIGEN JUSTICIA! A partir de una técnica realizada a mano, que consiste en combinar y pegar distintas figuras, formas y texturas sobre una superficie, esta composición simboliza la separación física de la ma- dre con su hijo asesinado. En medio del luto y dolor de estas mujeres y sus familias, los recuerdos de sus hijos brindan esperanza y fortaleza en el duro camino por la búsqueda de justicia y verdad. Las 19 hojas sueltas en toda la composición, representan las vidas truncadas por el régimen ese trágico 30 de mayo del 2018. www.lasmalcriadas.org Facebook / Instagram / Twitter: @lasmalcriadasni lasmalcriadas@riseup.net “La revolucion seraá feminista, o no seraá” GLOSARIO FEMINISTA Covid-19 También conocida como coronavirus es una enfermedad infecciosa de rápido contagio que puede ocasionar la muerte a las personas. Misoginia Es el odio y rechazo que se tiene hacia niñas, mujeres y lo que tenga que ver con lo femenino. Machismo Una forma de pensar y actuar en la que se cree que el hombre es superior a la mujer, es decir lo masculino superior a lo femenino. Pandemia Cuando una enfermedad está presente en varios continentes causando daños o la perdida de la misma vida de las personas.