Las Malcriadas » Mayo 2021 mayo 2021 Revista Feminista | Nicaragua Las Malcriadas » Mayo 2021 PUBLICACIÓN#9 Matria Libre 4 La maternidad La Gi Territorias 6 La meternidad en Nicaragua: Encuentros y desencuentros Disidencias, mente y placer 8 NO MADRES Ari y La Cris Hilo Morado 12 Materniades en el exilio Amarilla y Esther Arte y Datos 14 Son niñas no madres Equis cero y La Gi Opinión 16 Siete respuestas para preguntas necias sobre la maternidad Silvia Ruth Torres Portada El gato negro lunar Bisagra El gato negro lunar Revista Feminista | Nicaragua Edición: Susan // Dirección: La Gi Coordinación: LM // Diseño: Peyote Las Malcriadas » Mayo 2021 EDITORIAL Por: Susan H oy en día las mujeres estamos más dispuestas a respetar nuestros deseos o proyectos de vida, evitando ser con- descendientes en la toma de decisiones, sobre todo en lo que se refiere al tema de ser o no ser madre. Nuestras generaciones anteriores fueron marcadas por los estereotipos; para ser una mujer completa, necesitabas casarte y seguido de ello, tener hijos. Hoy podemos decir qué bien para las que deciden conscientemente serlo, porque es una experiencia maravillosa sobre todo cuando cada uno de los embarazos son planificados. Y cuando no podemos decidir, lamentablemente es el símbolo de la violencia machista que vivimos por ser mujeres a cual- quier edad. Existen diversas visiones sobre la maternidad y por eso hay mujeres que deciden no ser madres, ya que quieren desarrollar sus vidas sin sentir la presión que significa la demanda de la maternidad como un acto de realización de las mujeres. En el presente número enfatizamos muchí- simo en el hecho que no basta solo el deseo de ser madres, sino también de ser responsables, pues como bien lo menciona Sylvia Ruth Torres en el segmento opinión, “ser mamá no es la única función por la cual venimos a este mundo. La maternidad es un derecho y como tal tiene obligaciones”. Ser madre requiere de compro- miso. Las metas personales en muchos casos pasan a un segundo plano, y más aún, en un sistema precario en salud, educación y acceso a trabajos dignos para las mujeres. Si antes ser madre era de hecho, muy difícil, imaginémoslo ahora en nuestro contexto sociopolítico y en medio de una pandemia. Mu- chas han perdido sus empleos y les ha tocado emprender para la manutención de sus hijas/ os, y otras, han tenido que migrar o exiliarse, cambiando sus proyectos de vida. La maternidad sin duda alguna es un tema complejo, tenemos que hablar desde la vi- vencias propias, de nuestras madres y abuelas para romper los modelos y la idealización de ser madre como un acto obligatorio en la realización de las mujeres, por ello debemos construir espacios donde se respete la decisión de cada mujer sobre sus cuerpos y promover las maternidades deseadas. LA DECISIÓN DE SER O NO MADRE Las Malcriadas » Mayo 2021 MATRIA LIBRE LA MATERNIDAD {por: La Gi} 4 {fotografía de Carolina Sarol } Las Malcriadas » Mayo 2021 5 L a maternidad será deseada o no lo será, cuando se dice esta frase lo primero que se nos ocurre es: ¿Desde cuándo y cuán- tas veces hemos escuchado la palabra ma- ternidad? ¿Qué significado tiene en nuestros cuerpos, sentires y cómo la hemos asociado a nuestras vidas, a la de otras mujeres, sobre todo a la de nuestras ancestras? Al expresar que la maternidad será deseada, elegida, voluntaria, informada, colectiva o no será, se hace referencia a que todas las muje- res son diferentes y sus decisiones deben ser respetadas, ya que es un proceso de profunda reflexión sobre la libre determinación y deci- sión del cuerpo y la vida de las mujeres. Tenemos que comprender que aquello que llamamos maternidad no ha sido analizado desde sus más profundos contextos, ni sentido de manera igual a lo largo de la historia. Por ejemplo, en Nicaragua qué está pasando con la maternidad y la idealización de la misma. Hay empleos que cumplen con las responsabilida- des que implica tener a una trabajadora emba- razada o con las mujeres que ya son madres. Con esto, nos referimos al seguro social. Si vamos más allá del análisis, qué ocurre cuando una niña o adolescente queda embara- zada, cómo afecta esta idealización en la toma de decisiones de ellas sobre sus cuerpos, qué hace el Estado para garantizarles su derecho a la libre decisión. La maternidad es quizá, la última torre del pensamiento idealizante, la cual se le considera como una disposición femenina que resulta de un “instinto natural” . ¿Existe de verdad este instinto natural? O es uno más de los concep- tos idealizantes que se nos imponen de manera poco realista a las mujeres ¿qué puede haber de problemático en algo tan “natural y sublime” como la maternidad? La maternidad aparece como un “conjunto de creencias y significados en permanente evolución, influidos por factores cultu- rales y sociales, que han ido apoyándose en ideas en torno a la mujer, a la procreación y a la crianza, como vertientes que se encuentran y entrecruzan”1. En Nicaragua, por ejemplo, la palabra maternidad no solo nos conecta y sitúa a nuestro hilo histórico familiar, sino también a nuestras raíces, costumbres y por supuesto a la fidelidad hacia nuestros clanes. En este sentido, a nuestras ancestras, lo que involu- cra un compromiso personal y social, como un objetivo central en la vida de las mujeres, apoyadas en teorías biológicas y culturales de la maternidad, como algo instintivo y la acep- tación o sobre valorización de un sin número de características, como “el ser buena madre” “la renuncia de vida propia o misma de la mujeres por la crianza de los hijos e hijas” e inclusive, en su más amplia expresión, a dar la vida por la maternidad, a costa de la propia salud, por la religiosidad, entre otras. Es importante analizar, cuestionar y escu- driñar la maternidad a lo largo de la historia, nuestra propia historia y sus particularidades en Nicaragua, porque nos permite reconocer que la maternidad es un tema que ha estado vinculado de forma permanente a lo largo de la vida de las mujeres desde la niñez, la adolescencia y adultez, afianzado con toda una estructura, cultural, comunitaria, capitalista (telenovelas, cuentos, comerciales) y estatal (idealización de la familia desde el colegio, leyes que no aportan a la educación sexual y repro- ductiva, entre otras), tanto si se ha tomado la decisión de vivir la maternidad, como si no se quiere ser o experimentarla, es una constante en la vida y en las vivencias de las mujeres. 1María Elisa Molina Pontificia Universidad Católica de Chile, Historical and Cultural Changes in the Conceptualization of Motherhood and Their Impact on Women's Identity Las Malcriadas » Mayo 2021 6 {ilustración El Gato Negro Lunar.} {por: La Cris y Violeta} MATERNIDAD EN NICARAGUA: ENCUENTROS Y DESENCUENTROS Las Malcriadas » Mayo 2021 7 L a maternidad es un tema complejo que marca la vida de las mujeres de todos los colores, clases sociales y edades, ya que de ella se desprenden estereotipos, cargas físicas y emocionales relacionadas al papel que juega la mujer como madre. Karen es una mujer de 36 años, asisten- te del hogar y madre de 4 hijos, tuvo su primer parto a los 15 años, una edad difícil para ser madre, como nos comenta: “Mi primer hijo fue a los 15 años, yo esta- ba muy pequeña. Fue un cambio total en mi vida, mi poca información en temas de sexualidad, más algunos problemas que tuve en mi casa, dieron paso a que fuera madre a temprana edad”. Las dificultades que conlleva la mater- nidad a cualquier edad se romantizan. Es necesario reconocer los diversos obstá- culos que enfrentan las mamás a largo de su vida para poder sustentar, no solo económicamente a sus hijas/os sino desde el acompañamiento en cada etapa de sus vidas, lo que implica muchas veces que las metas personales pasen a segundo plano. “Ser madre es un reto en todos los sen- tidos, debido a que uno debe formar a sus hijos, empieza a ser una guía para ellos. He trabajado duro por mis hijos, no quiero que pasen las necesidades ni ninguno de los su- frimientos que viví. No cuento con apoyo de nadie y así, he sacado adelante a mis hijos”, expresa Karen. Para algunas mujeres la maternidad es también una vivencia en donde quieren darle a sus hijos e hijas una vida libre de restricciones, tanto materiales como afectivas, aunque esto tenga un alto costo, tal es caso de Karen. “Estoy día a día con ellos, trato de hacerlos felices a pesar de la situación económica que vivimos. Estoy dándoles las cosas que yo no he podido vivir, como dedicarles tiempo, por eso lo aprovecho al máximo. Sé lo que signifi- ca que mamá y papá no estén con uno. Estoy haciéndoles sentir el gran amor de su madre”. Ser mamá en el contexto sociopolítico de Nicaragua La crisis sociopolítica que enfrenta Nicaragua desde el año 2018, representa para muchas mujeres que son madres un gran reto, ya que sus parejas e hijas/ os están presas/os, en el exilio o muertas/ os debido a la represión de la dictadura Ortega-Murillo. “Ser madre en la situación que se en- cuentra el país es agotador, es tener miedos constantes de que algo le pueda ocurrir a tus hijos a como le pasó a mi esposo que está en el sistema penitenciario desde el 19 de enero 2020. Anteriormente estuvo 7 meses por índole política. Es no tener respuestas cuando mi hijo pequeño me pregunta cuándo volverá. Es llorar en silencio cuando estoy cansada y aun así, debo trabajar por mi familia”. El contexto nacional afecta a las madres que también son esposas y hermanas, si ya era difícil enfrentar la maternidad con los prejuicios de la sociedad, en un país con niveles altos de violencia dirigida a las personas que están en contra del régimen, es aún peor. “Lo que más deseo es que esto que vivimos muchas madres pase pronto, no es justo que por razones políticas muchas familias este- mos separadas, nos necesitamos unos a otros, no es fácil ser madre y estar sola, viendo como otras personas se alían con el tirano mientras los pobres seguimos mordiendo el leño” , concluye Karen. Las Malcriadas » Mayo 2021 8 mente y placer N O M A D R E S {Por: Ari y La Cris} {foto del medio la silla rota} Las Malcriadas » Mayo 2021 9 L a sociedad espera que las mujeres deseen y decidan ser madres. Sin embargo, no es algo que todas quieren para sus vidas. El sistema machista en el que vivimos crea ima- ginarios y estereotipos en relación con la vida ideal de las mujeres, y en muchos casos, está lejos de ser una vida libre para decidir, en una sociedad que se cimenta sobre un sistema que rechaza y sanciona a las mujeres que transgre- den las normas impuestas, ya que estas saben que pueden elegir la no maternidad. Eyma vive en la ciudad de Estelí y tiene 39 años. Ella nos comparte lo que significa ser madre y cómo ha vivido su decisión, “la ma- ternidad es una responsabilidad muy grande, que requiere un compromiso casi de por vida. A los 21 años, cuando veía a otras chavalas embarazadas en la universidad, me decía que yo quería terminar mi carrera y no la quería ver interrumpida con algo tan grande, como tener que lidiar con esa responsabilidad de cuidar a alguien más”. Decidir no ser madres es igual de válido que decidir serlo, es un derecho de todas las mujeres. Sin embargo, para el sistema hete- ropatriarcal y capitalista la reproducción de la vida es un mandato, y que las que deciden no cumplir dicho mandato tienen que estar defendiendo y justificando constantemente su decisión. Por tanto, es importante hablar de las violencias que enfrentan las mujeres que no son madres, los interrogatorios a los que se ven sometidas, la invisibilización o reconocimiento a sus otras apuestas y/o proyectos. Como nos comenta Eyma: “Hay quienes no opinan, pero su gesto es como, ¡estás loca, cómo podés decir eso, que no serás mamá! A veces, los espacios son hostiles”. Se culpabiliza y duda del legitimo deseo de no maternar, como si se fuese más o menos mujer por ser madre o no serlo, pero las cosas y percepciones tienen que ir cambiando, a como expresa Eyma “Me siento satisfecha, y sé que es la mejor decisión que podría haber tomado”. La sociedad violenta nuestro derecho a decidir sobre nuestros cuerpos al hacer comentarios hirientes, en donde mencionan que una “mujer no es completa, si no tiene hijos”. Minimizando los sentires de las mujeres que no desean tener hijos o bien no pueden tenerlos. Tal es el caso de Sofía de 29 años, de Villa El Carmen, quien nos expresa que su decisión de no tener hijos es bastante cuestionada por su familia, quienes le están constantemen- te diciendo que de nada le vale tener una profesión y dinero si no tiene hijos con quienes compartir, a lo que ella responde que su familia y concepción de hijos no es igual que el de la mayoría de mujeres que desean. Sus espe- ranzas y sueños están en desarrollarse como profesional y tener una vida independiente de convencionalismos. En su vida laboral, también nos comenta que recibe mensajes bastante invasivos con respecto a su decisión de vida. El tema de la maternidad cada día es más cuestionado y por eso hay muchas más mujeres que deciden obviar mandatos preestablecidos que nos sitúan a las mujeres como reproductoras de vida. Las decisiones que tomamos las mujeres deben ser en base a nuestros deseos y principios, en donde nadie debe objetar el porqué elegimos nuestras apuestas de vida. Las Malcriadas » Mayo 2021 10 Las Malcriadas » Mayo 2021 11 Las Malcriadas » Mayo 2021 12 hi o morado {Por: Amarilla y Esther} MATERNIDADES EN EL EXILIO {collage por equis cero} Las Malcriadas » Mayo 2021 13 L as mujeres en el exilio llevan parte del gran peso que ha generado la crisis so- ciopolítica que atraviesa Nicaragua desde el año 2018. Si las condiciones fueron adversas para muchas de ellas en un Estado que recetó represión y eventos traumáticos para toda la ciudadanía, vivirlo desde la maternidad signifi- có una travesía aún más dolorosa. Con la inminente necesidad del exilio para resguardar sus vidas, muchas de estas mujeres tuvieron que tomar una decisión que afectaría para siempre la vida de sus hijos e hijas. Tal es el caso de Teresa, quien participó en mar- chas, plantones, transportando víveres de su parroquia hacia la UNAN-Managua, cuando los estudiantes ocuparon la universidad y también realizó activismo en redes sociales. “En Nicaragua vivía en una zona donde hay presencia policial permanente. Tenía miedo a la policía y a los CPC del barrio. Tenía miedo de las Hilux blancas sin placa, de los motorizados. Vivía en alerta constante” , comenta Teresa. Lo anterior le hizo convencerse de salir del país con su hija, pero en sus palabras, eso hizo que el viaje y pedir protección en otro país fue- ra menos difícil, “me llevaba lo más importante”, cuenta Teresa. Para otras mujeres, la maternidad en el exilio ha sido todo un reto, más viviendo una pandemia mundial, que como nos describe Karla Vanessa Matus: “Es terrible porque no hay trabajo, y hay que pagar alquiler, la comida y la leche [...]. Esta pandemia ha afectado mucho a mi familia económicamente”. Karla era una estudiante de contabilidad en 2018, pero decidió unirse a las protestas en contra del régimen y luchar por las injusticias cometidas en el país. A consecuencia de esto, fue presa política de la dictadura Ortega-Muri- llo durante 7 meses. En este lapso fue tortura- da y acusada de quemar una casa en el barrio Carlos Marx, donde fallecieron cinco personas. Ante la falta de pruebas, fue liberada el 11 de junio de 2020, por la Ley de Amnistía y partió al exilio por segunda vez, donde se convirtió en madre. “Es difícil ser madre en el exilio porque no tengo a mi familia cerca, sólo a mi esposo y su familia... cuánto deseo tener a mis hermanos y a mis padres apoyándome”, expresa Karla. Obstáculos y oportunidades en el exilio Estar alejadas de su núcleo familiar y del país que las vio crecer no es el único obstáculo al que se deben enfrentar Teresa y Karla, la falta de estatus migratorio en muchos países impide tener acceso a servicios de salud y educación. “Gracias a Dios mi hijo nació bien, pero acá tenés que tener seguro o pagarlo, y mi esposo no puede asegurarme, porque soy refugiada y hay mucha discriminación hacia nosotros los nicara- güenses”, nos dice Karla. En el caso de Teresa y su hija, el país que les abrió las puertas también permitió que vivieran en un centro para solicitantes de asilo, en don- de contaron con condiciones dignas mientras esperaban los resultados de su solicitud. “En el país donde me encuentro, mi hija tiene acceso a educación de calidad, obligatoria y gratuita. También tiene acceso a un seguro médico y dental gratuito. Aprendió dos idiomas más, adicionales al español y ha tenido la oportunidad de jugar libre en la calle, andar en bicicleta, ir al parque sin encontrarse con policías armados. Es una gran diferencia”, nos explica Teresa. A pesar de los obstáculos propios de em- pezar una nueva vida en un país distinto, las mujeres madres en el exilio nos demuestran que es posible construir un futuro mejor, y garantizar una condición de vida digna para sus hijos e hijas. En palabras de Teresa: “La maternidad no es un camino fácil, tampoco el exilio. Muchas veces dudamos, nos cuestionamos. Es válido cuestionarse. A todas las madres, las que se fueron y las que se quedaron, decirles que tomaron la decisión correcta, sea cual sea”. Las Malcriadas » Mayo 2021 14 Arte y datos, otra forma de contar nuestras realidades. {Por: Equis Cero y La Gi } arte y datos N iñas no Madres es un movimiento regional a favor de los derechos de las niñas latinoa- mericanas que busca informar sobre las graves consecuencias de la violencia sexual y las maternidades forzadas en la vida de las niñas latinoamericanas, así como sumar esfuerzos para exigir la protección de sus derechos. En esta edición presentamos algunos datos recogidos a partir del trabajo de este movimiento, así como también, un enfoque ecológico que pretende ilustrar que la violencia hacia las niñas y adolescentes es determinada por diversos factores que interactúan entre sí y que influyen en su aparición y mantenimiento, desde diversos elementos de la esfera personal de los miembros de la familia, así como factores sociales, económicos y culturales del contexto. ¡SON NIÑAS, NO MADRES! El embarazo en la infancia y adolescencia: No es instinto materno, es embarazo forzado Las Malcriadas » Mayo 2021 15 {collage por equis cero� Las Malcriadas » Mayo 2021 OPINIÓN {Ilustración por María Alejandra Pineda� Las Malcriadas » Mayo 2021 {Sylvia Ruth Torres SIETE RESPUESTAS para preguntas necias sobre la maternidad L lega el 30 de Mayo, Día de las Madres, y la presión social para que nos ajustemos a la ilusión de la familia heteropatriarcal y la maternidad compulsiva se nos acumula, entre otras cosas, por el bombardeo radial con aquella horrible canción que divide a las mujeres entre madres y caprichosas zorras e idealiza el abandono paterno. Me imagino que ya les suena: Lo tuyo es capricho, pura vanidad, lo de ella es cariño, cariño verdad o Madrecita del alma querida y hasta Leona de tiempo completo, que es linda, pero sexista, porque así han sido obligadas a ser la mayoría de las mujeres que ejercen la maternidad y a muchas nos representa a nuestras mamás. Se supone que las niñas ya nacen con instinto o impulso irracional de ser madres, el instinto maternal que ya en 1980, la autora Elizabeth Badinter, demostró que no existe. La idea de amor maternal es cultural y fue creada en el siglo XVIII para evitar la muerte de niñas y niños necesarios como fuerza de trabajo. O sea, leamos a la Badinter y otras autoras que han abordado estos temas. Ser mamá no es la única función por la cual venimos a este mundo. La maternidad es un derecho y como tal tiene obligaciones, siendo la principal que sea deseada. El tema es senci- llo, pero hay que leer e informarse, porque el feminismo, lo ha enfatizado Marcela Lagarde, “se estudia, repito, se estudia”. Así que aquí le entramos a esas preguntas que tengamos descendencia o no, nos hacen, casi siempre personas bien intencionadas, pero incómodas y metiches. Según un rápido y malcriado sondeo, algunas de estas serían: Las Malcriadas » Mayo 2021 1. ¡Milagros te embarazaste!, si las mujeres como vos son antiniños Mala onda, a lo mejor, primero pensaste que la maternidad es una responsabilidad y que es mentira que donde come y duerme uno, comen y duermen tres. Esperar hasta que te sentís con capacidad para responder por la vida de una persona no significa que odies a las niñas o niños. Se trata de ser responsable. 2.¿No te da miedo embarazarte tan vieja? La enorme cantidad de embarazos adolescen- tes hace aparecer como natural que las jóve- nes se embaracen antes de los 20 años. Desde una perspectiva biológica, la mejor edad sería a los 30 años, desde una perspectiva social, un poquito después. Además, si querés ser madre, ya pasaste los 35, y tenés dinero, allí está la ciencia para garantizar una maternidad segura. Pero, además, desde otra perspectiva demográfica y económica, la mejor edad, es cuando estás lista. De todas maneras, es tu decisión, ¿qué les importa? 3.¡Por fin saliste panzona!, ¡ahora si sos una mujer de verdad! Pues este comentario tiene hasta todo un libro para responderle, pero un argumento certero nos lo ofrece la autora Norma Ferro, quien en 1991 aclara que la maternidad es una función. Y aunque tengás los órganos para procrear no tenés que hacerlo, y tampoco pensar que la maternidad es lo que te define como mujer. La diosa feminista Gloria Steinem ilustra lapidariamente el argumento, “no toda la que tenga un útero debe tener un hijo, así como no todo el que tenga cuerdas vocales tiene que ser cantante de ópera”. 4.¿Por qué no querés hijos? ¿Es que no te gustan los hombres? Aquí se enredan mangos y cocos. Y esto ocurre porque en nuestra cultura, pocas personas imaginan que la relación entre dos perso- nas no tiene que ver necesariamente con la reproducción de la especie humana. Se cree que solo hay familia cuando hay hijas e hijos, o que la descendencia amarra las relaciones. Nos buscamos parejas del mismo o de distinto sexo, porque nos atraemos erótica y afectiva- mente y nos identificamos con la manera de ver el mundo de esa otra persona. Vivir en pa- reja y procrear y criar son procesos diferentes. 5.¡Te vas a quedar vieja y sola! Asegurarse compañía en la vejez es una razón egoísta para ser mamá. Además, aunque ten- gás muchas hijas e hijos eso no asegura nada. Y estar solas, no es necesariamente malo. Marcela Lagarde hace una diferencia entre desolación y soledad. Ella describe la primera, como el sentimiento de “pérdida irreparable... y la esperanza de encontrar a alguien que nos quite el sentimiento de desolación”. La soledad, en cambio, dice Lagarde, es un espacio para ejercer autonomía en donde “no hay otros que actúan como intermediarios con nosotras mismas”. Aceptar la soledad es rechazar la fusión con otros, sean estos otros, pareja, partido, grupo iglesia, es ser individuas. Es difícil desmontar el miedo a la soledad, pero bien se le puede cantar un bolero de la Sonora Matancera popular en la prehistoria: Hola Soledad. Las Malcriadas » Mayo 2021 6.Si ya trabajás y sos independiente, lo único que te falta es un hijo para estar completa La construcción cultural patriarcal nos borra a las mujeres la calidad de personas para asig- narnos el de ser un medio para la reproduc- ción de la especie humana. Para darle cuerpo a esa idea errónea, se promueve la idea de que solo pariendo podemos ser felices y completas. Fuera de ese papel reproductor, en general, la sociedad no le ve sentido a que existamos. Jennifer Anniston, quien ha sido acusada de ser egoísta por negarse a tener hijos, dice al respecto: Fuente documental: artículo Instinto maternal, ¿existe?, María de los Ángeles Herrera Romero. “ Existe una presión sobre las mujeres para que sean madres, y si no lo son, entonces se consideran bienes dañados. Tal vez mi propósito en este planeta es no procrear. ¿Tal vez tengo otras cosas que se supone que debo hacer? . “ 7.No quiere ser mama porque seguro es lesbiana y odia a los hombres Las preguntas y comentarios aquí discuti- dos, muchas veces están dirigidas contra las feministas y lesbianas y/o las feministas lesbia- nas, debido a la falta de información sobre la historia del movimiento feminista y de cómo trabaja la cultura y la educación para cons- truir lo que se supone es correcto. Entre los principios del feminismo no está contemplado el odio hacia los hombres, muchas somos heterosexuales, bisexuales o poliamorosas. Nos oponemos a la cultura patriarcal o machista que, a través de normas culturales implementadas por el Estado, las iglesias, la educación y las tradiciones, entre otros facto- res, y no a los hombres. Unas somos madres y otras no. Las que lo somos nos esforzamos porque nuestros hijos sean hombres con mas- culinidades positivas y las hijas sean individuas autónomas que ejerzan sus derechos. Las Malcriadas » Mayo 2021 www.lasmalcriadasni.com Facebook / Instagram / Twitter: @lasmalcriadasni lasmalcriadas@riseup.net “La revolucion seraá feminista, o no seraá” GLOSARIO FEMINISTA Heteropatriarcado Es una concepción que sirve para regular la vida de las personas, principalmente la de las mujeres. Desde esta perspectiva se nutren las desigualdades de derechos y oportunidades para con las mujeres y demás cuerpos feminizados, que no cumplen con los mandatos, como sentirse atraídas por personas del sexo opuesto o bien no ser considerada, según la sociedad, una buena mujer, ya que solamente es considerado bueno todo aquello que no atente con roles establecidos dentro de estas ideas anticuadas. Demográfica De la demografía o relativo a ella, que estudia el crecimiento poblacional y sus derivados. Poliamorosa Parte de lo cotidiano y es usado para explicar los comportamientos violentos de la población en general. Está compuesto por 4 niveles: individual, familiar, comunidad y sociedad. En cada uno de sus niveles existen factores biológicos, sociales, culturales y económicos, así como normas, que pueden aumentar el riesgo que los hombres cometan actos de violencia y el riesgo que las mujeres lo experimenten. Es decir, es un proceso que responde a la Influencia de una gran variedad de factores estrechamente ligados al ambiente. Condescendiente: Es el deseo de complacer, dar gusto y acomodarse a la voluntad del otro. En sentido positivo, es condescendiente la persona que trata de dar gusto a los demás, tratando de comprender sus sentimientos en la que está relacionada con la empatía. En sentido negativo, se dice que alguien está siendo condescendiente cuando se mezcla un sentimiento de superioridad con una amabilidad mal entendida hacia la persona a la que supuestamente se intenta beneficiar.